En el Open Championship, Xander Schauffele dio una clínica de cómo jugar bajo presión y, con un plan pre-determinado que no sufrió cambios, ejecutó un magistral 65, seis-bajo par, tarjeta con la que escapó con el campeonato, con score de 275 golpes, nueve-bajo par, en la fantástica cancha de Royal Troon, en Escocia.
Con esta resonante victoria, que fue su segundo torneo mayor del año, Schauffele creció aun más en su presencia como uno de los baluartes del golf mundial contemporáneo, con un gran señorío y clase, al haber domado una cancha que, son un clima extremo, se convirtió en una verdadera pesadilla para los jugadores hacia la tarde de aquel sábado 20 de julio. Ahí, muchas esperanzas fueron enterradas y también aspiraciones de grandes sueños. Muchos habían salido desde el viernes, nombres que causaron escándalo, en virtud de las sorpresas que generaron. Y al final, solamente los más aptos para jugar ante la tormenta lograron finalizar con decoro los 72 hoyos.
Tal y como Xander Schauffele lo mencionó, le costó tanto trabajo simplemente el ganar uno de los cuatro grandes y ahora, con dos de ellos es como un sueño hecho realidad. Comenzó el año encabezando la lista de los grandes, sin un mayor, al lado de Patrick Cantlay, Tony Finau, Rickie Fowler y Viktor Hovland. Luego de siete meses, Schauffele es ya el número dos del mundo, solamente superado por Scottie Scheffler, quien sufrió los estragos de Troon con una ronda final de 72 y empate en el séptimo sitio, con 283 golpes, uno-bajo par. Compartió esta posición con Sungjae Im y con Jon Rahm, quien con un 68 final rescató algo de un año que ha sido muy deficiente para el hispano, especialmente en los cuatro grandes.
Los parciales de Xander Schauffele fueron 69-72-69-65 para 275 golpes. Fue una ronda final en donde aparecían muchos nombres que estarían disputando la gran final, en una batalla sin pedir, ni dar cuartel. Pero el juego asombroso del ganador, eliminó a muchos en la recta final y prácticamente solo Thriston Lawrence, Justin Rose y Billy Horschel dieron la pelea hasta el final. A decir de los expertos, fue el birdie de Schauffele en el complicado hoyo 11, el que lo lanzó hacia el título, ya que era un hoyo que jugaba casi como un par-5, en donde nadie estaba tirando para birdie.
Luego de un fantástico segundo golpe, Schauffele embocó para birdie y procedió a cerrar el campeonato con tres más, en su favor; increíblemente, no cometió un solo bogey en su recorrido final. Ya cuando jugaba el hoyo 16, era un hecho que solamente evitaría cometer errores absurdos, pero el torneo ya era suyo. Ya con dos grandes en la bolsa, Schauffele disputará el título de «Jugador del Año» a Scottie Scheffler, quien hasta ahora es el indiscutible para triunfar. Pero restan aun la FedEx Cup y los Juegos Olímpicos, así como la Presidents Cup. Ya veeremos cómo finaliza el año.
Otros finalistas dieron lo mejor de sí, como Justin Rose (67) y Billy Horschel (68); que compartieron el segundo lugar, con score de 277 golpes, siete-bajo par. Enseguida, Thriston Lawrence (68), que finalizó en cuarto lugar, con 278 golpes, seis-bajo par. Fue una gran revelación, por parte del sudafricano. RUssell Henley (69) fue quinto con 279 golpes, cinco-bajo par. Con esta actuación, sin duda su estatura como muy buen jugador se acentúa. Abraham Ancer anotó una ronda final de 76 golpes, para 294 golpes, diez-sobre par. Empató en el puesto 58.
Santiago de la Fuente, por su parte, sumó dos vueltas de 78 golpes cada una, para subtotal de 156 golpes.
Entre aquellos que no lograron superar el corte, Tiger Woods, Viktor Hovland, Rory McIlroy, Tommy Fleetwood, Bryson DeChambeau, Akshay Bhatia, Wyndham Clark, Cameron Smith, Tyrrell Hatton, Louis Oosthuizen y Keegan Bradley. Impresionante la lista de víctimas que cobró Royal Troon. Santiago de la Fuente tuvo la fortuna, o mala (¿?) de haber jugado al lado de John Daly, el campeón en 1995. Pero como sucede con este personaje, as muy propenso a retirarse con la mínima provocación y esta vez no fue la excepción. Tras un 82, salió del torneo, pero para fortuna de Santiago, Aaron Rai también estaba en su grupo.
Mauricio Durazo Villanueva