En el PGA Tour, el neozelandés Ryan Fox ejecutó el mejor tiro de su carrera, en el cuarto hoyo de muerte súbita, para llegar de dos golpes en el par-5 del hoyo 18 y, aunque no embocó el putt para águila, con el birdie fue suficiente para superar apretadamente a un tenaz Sam Burns, que había cerrado excepcionalmente con ronda de 62 golpes, ocho-bajo par. Efectivamente, Burns anotó un electrizante 62, que incluyó un bogey y nueve birdies, en una jornada extraordinaria y alcanzó un total de 18-bajo par, con un total de 262 golpes. Fox, en compañía de Matteo Manassero, jugaba en el grupo final, así que cuando él estaba en el tee de salida del hoyo 1, ya había jugadores que lo habían rebasado.
Cabe decir que hubo hasta más de diez jugadores separados por cinco golpes, lo cual hizo la jornada final más emotiva, ya que muchos estuvieron cerca de llevarse el título. Byeong-Hun An, Kevin Yu, Matt McCarty, el propio Manassero, Victor Perez, Andrew Putnam, David Skinns y quien tuvo la mejor oportunidad, Cameron Young, quien con birdie en el 18 habría igualado con los dos finalistas. Ya con el 18-bajo par en la pizarra, Fox debió cerrar en grande para llegar al empate y lo hizo con gran clase, pese a haber desperdiciado una gran oportunidad de birdie en el hoyo 17, que ya le daba el empate. Pero Fox decidió agregar más emoción y entonces embocó un difícil putt para birdie, desde cinco metros, ante la algarabía de los miles de aficionados. El hoyo 18 del TPC Toronto es un par-5, pero no es fácil alcanzar el green de dos golpes, así que la decisión de arriesgar debe pensarse muy bien. Fox jugó de tres golpes y a pesar de que su tercer tiro, con wedge, no fue todo lo bueno, terminó de embocar para el empate. Así, Burns y Fox igualaron con 262 golpes, 18-bajo par.
Fueron cuatro hoyos de muerte súbita, pero cabe decir que Sam Burns perdonó en el primero, ya que luego que Fox falló en su intento para birdie, Sam Burns tuvo en sus manos el triunfo, pero un corto putt, de dos y medio metros, no logró embocarlo y al perdonar, pagó el costo. Ya en la cuarta jugada del mismo 18, ambos arriesgaron para intentar llegar de dos golpes y fue ahí, que Ryan Fox ejecutó el golpe de su vida, dejando su pelota a escasos dos metros para águila. Burns también intentó embocar para águila, desde mucho más lejos, pero su primer putt se pasó mucho y lamentablemente, no embocó su putt para birdie. Ello le facilitó el trabajo a Fox, quien solamente hizo dos putts para llevarse el título.
Fue un cierre muy emotivo del torneo, RBC Canadian Open, que significó el segundo título para Ryan Fox. Luego de más de sesenta intentos, triunfó finalmente en Myrtle Beach hace un mes. Cuatro semanas más tarde, ya tiene dos en esta temporada y ya es el quinto jugador con múltiples victorias en la temporada; Rory McIlroy, Scottie Scheffler, Sepp Straka y Ben Griffin son los otros cuatro. Ciertamente, su gran experiencia ganada en prácticamente todos los circuitos profesionales del orbe, le han dado a Ryan Fox una gran sabiduría golfística. Es, sin duda, un trotamundos del golf.
Detrás de los finalistas, Kevin Yu (66) quedó solitario en tercer lugar, con 17-bajo par. El bogey final de Cameron Young (65) lo mandaron al cuarto sitio, con 264 golpes, 16-bajo par, empatado con Matt McCarty (67). Byeong-Hun An, Andrew Putnam y Matteo Manassero compartieron el sexto escalón, cada uno con 265 golpes, 15-bajo par.
Mauricio Durazo Villanueva