En el Genesis Scottish Open, el fabuloso torneo previo al Open Championship, sorpresivamente, el estadunidense Chris Gotterup superó en el mano-a-mano al irlandés Rory McIlroy, mediante una gran ronda final de 66 golpes, cuatro-bajo par. Él y McIlroy habían arrancado en 11-bajo par, pero el estadunidense jugó una vuelta muy sólida y no cometió los errores que muchos anticipaban, en virtud de la mayor jerarquía golfística de su rival, un triple ganador en esta temporada.
Gotterup, un gran pegador de pelota, mantuvo su ritmo agresivo y embocó putts decisivos, como en los hoyos 3, 7, 8, 10, 12 y 16; solamente cometió dos bogeys, en el 1, con un comienzo nervioso y el 15, un par-4 muy difícil. El birdie del 16 le dio la confianza de llegar al 18 con dos golpes de ventaja y logró el par de manera sólida. Un gran torneo, su segundo título en el PGA Tour para este joven jugador de Estados Unidos. Y lo más importante es que lo logró jugando en el mismo grupo contra McIlroy. Este, por su parte, se manifestó conforme con su desempeño, no obstante que no estuvo tan acertado con sus putts.
El 65 de la segunda jornada, aparentemente lo había encaminado rumbo a otra victoria, mas no pudo concretar en la jornada final. Gotterup se llevó el torneo con parciales de 68-61-70-66 para 265 golpes, 15-bajo par. Su 61 del viernes, sin duda atrajo la atención de todos, fue la mejor de la semana. McIlroy, en cambio, sumó vueltas de 68-65-66-68 para 267 golpes. Compartió la segunda posición con Marco Penge, quien juega en el DP World Tour. Penge cerró con 66 golpes y así dio alcance al de Irlanda del Norte.
Scottie Scheffler el indiscutible número uno, estuvo cerca del liderato, pero nunca contendió en serio. Anotó 271 golpes, nueve-bajo par, empatado en octavo lugar, con Xander Schauffele y Ludvig Äberg.
Mauricio Durazo Villanueva