En el PGA Tour, el estadunidense Cameron Young logró finalmente la anhelada primera victoria en este circuito, al haber arrollado a sus adversarios en el Wyndham Championship, con un score que igualó récord de 22-bajo par, en la cancha de Sedgefield Country Club, en el estado de North Carolina. Era bien sabido que Young, un producto del KornFerry Tour, había estado muy cerca de conquistar un torneo, inclusive uno mayor, como se recuerda su brillante actuación en el Open Championship de St. Andrews en 2022, ganado por Cameron Smith. Fueron hasta siete ocasiones que terminó como subcampeón, pero el ansiado triunfo se le había negado.
Esta vez, sin embargo, la suerte cambió y Cameron Young ya tiene en su haber un torneo oficial del PGA Tour.
El Wyndham es un torneo muy especial, por otra parte. Es la última oportunidad para que los jugadores clasifiquen dentro de los setenta primeros, para lograr su entrada a los playoffs para la FedEx Cup. De lo contrario, no participan y pierden status en el PGA Tour. Cameron Young, desde que arrancó el torneo, llegó decidido a salir victorioso, como lo muestran sus tarjetas de 63-62-65-68 para score de 258 golpes, 22-bajo par. Lamentablemente, no logró romper la marca del torneo, solo igualarla.
Nunca estuvo en problemas en la ronda final y solo dos bogeys postreros evitaron que impusiera una nueva marca de score. Desde los primeros hoyos marcó la pauta, enviando claramente una señal de que nadie evitaría que saliera con el trofeo en la mano. Acertó birdies en los hoyos 2, 3, 4, 5 y 6 y fue todo lo que necesitó. Abrió con bogey en el 1 y agregó otros dos, en el 16 y 17, mismos que no tuvieron relevancia. Superó por amplio margen a Mac Meissner, quien finalizó solitario en el segundo sitio, con score de 264 golpes, 16-bajo par, seis golpes más que Cameron Young, tras anotar una ronda final de 66, cuatro-bajo par. Este segundo puesto de Meissner fue muy trascendente para él, ya que a pesar de que no logró colarse dentro de los primeros 70, sí ascendió muchas posiciones, del número 152, al 86. Estar dentro de los cien primeros fue un gran logro para lo rezagado que se encontraba.
En el tercer lugar empataron Alex Noren (64) y Mark Hubbard (63), cada uno con score de 265 golpes, 15-bajo par. El destacado amateur, Jackson Koivun, cerró con recorrido de 67 golpes, tres-bajo par, que le dio un total de 266 golpes, 14-bajo par. Empató en el quinto puesto al lado de Chris Kirk (68) y Aaron Rai (68). Rai era el campeón defensor del torneo. Para muchos jugadores, este torneo no solamente era la oportunidad de ascender puestos en la clasificación, sino la oportunidad de demostrar la calidad suficiente para ser considerados como una selección para el equipo de la Ryder Cup; entre ellos, obviamente destaca Cameron Young, quien ya no puede ser catalogado como un no-ganador. Por cierto, el Capitán estadunidense para la Ryder Cup, Keegan Bradley, no libró el corte de los 36 hoyos.
Entre los jugadores que no lograron entrar a los primeros 70, destacan los nombres de Gary Woodland, Adam Scott, Max Homa y Keith Mitchell. Hay tres latinos entre los que sí estarán jugando los playoffs de la FedEx Cup; Jhonattan Vegas, Nico Echavarría y Emiliano Grillo.
Los playoffs para la FedEx Cup comenzarán con el St. Jude Classic, en Memphis, Tennessee. Luego continúan con el BMW en Maryland y finalmente, el Tour Championship en la tradicional cancha de East Lake, en Atlanta, Georgia. Se disputarán en semanas consecutivas.
Mauricio Durazo Villanueva