En el Champions Tour, finalmente llegó un día que muchos esperaban en la carrera del argentino Angel Cabrera. En un torneo nuevo, el James Hardie Pro Football Hall of Fame, Cabrera desplegó algo del golf que lo llevó a triunfar en dos torneos grandes en su carrera, el U.S. Open (2007) y el Masters (2009). Con parciales de 68-66-71, se llevó el cetro con score de 205 golpes, once-bajo par.
Superó por dos golpes al coreano K.J. Choi, quien acumuló 207 golpes, nueve-bajo par y por tres al sudafricano Retief Goosen, quien finalizó con score de 208 golpes, ocho-bajo par. Lo verdaderamente interesante para el argentino, según lo mencionó en su conferencia, es que ahora ya tiene la tranquilidad de que podrá tener entrada a todos los torneos. Sin duda, habrá que tenerlo muy en cuenta, ya que podría dar otro campanazo pronto.
De esta forma, casi esperada, Cabrera se reencontró con la victoria y también consigo mismo. Una especie de redención, tras su involuntaria ausencia de las canchas, por tener que purgar una condena en prisión debido a agresiones que cometió en contra de su pareja, hace varios años. Sin duda, fue una dolorosa experiencia que debió afrontar Angel Cabrera, quien en estos momentos puede ya disfrutar nuevamente de las mieles de la victoria. Y además, Cabrera se dirige al Masters, en donde reaparecerá luego de varios años de no poder participar.
Mauricio Durazo Villanueva