Probablemente todos habéis oído la expresión «mantén la vista en la pelota». Preferiría que “no mantuvieras la vista fija en la pelota” cuando juegues al golf. Sé que suena como un oxímoron, así que déjame explicarte. A lo largo de los años, he enseñado a varios golfistas ciegos a jugar a un alto nivel y, obviamente, no pueden ver la pelota. Así que eso arroja esa teoría por la ventana. Primero, eche un vistazo a las fotos de esta columna. Las fotografías que se muestran aquí son de una clínica de golf que realicé hace unos años. En la foto superior izquierda, le digo al público que voy a golpear una pelota de golf sin siquiera mirarla después de haber adoptado mi postura. Estoy apuntando hacia el objetivo previsto mientras les hablo. Siempre es importante saber dónde está su objetivo, incluso si no puede verlo. En la foto superior derecha, tomé mi postura mientras mi cabeza todavía miraba a mi objetivo. La foto de abajo a la izquierda es mi conclusión. Como puede ver claramente, mi cabeza todavía está inclinada mirando hacia el objetivo mientras la cabeza de mi palo se ha alejado de la pelota. La parte inferior derecha es la recompensa de un tiro limpio y nítido justo en la calle.
La clave del éxito es no intentar hacer el swing con la pelota. Deje que la pelota se interponga en su swing mientras se aleja del objetivo y luego gire hacia el objetivo. En otras palabras, dejaste que golpearan la pelota porque estaba allí. Se interpuso en el camino de tu swing. Este es un buen ejemplo de por qué los swings de práctica de la gente suelen ser mejores que los swings reales. Sin balón, se balancean sobresaliendo a través del balón. Cuando está allí, golpean la pelota.
Una de las claves para corregir este problema es comprender no sólo cómo funcionan las acciones corporales adecuadas, sino también (e igualmente importante) cómo separar el ojo óptico del «ojo de la mente». El ojo óptico ve dónde está colocada la pelota. El «ojo de la mente» ve la pelota viajando hacia el objetivo. Recuerde, la pelota no es nuestro objetivo, por lo que no debemos dejar que el ojo óptico nos engañe para golpearla. Deje que el «ojo de la mente» se dirija hacia su objetivo, que es la calle o el green. Francamente, puedes mirar la pelota, pero hay una gran diferencia entre mirarla y concentrarte en ella.
Proyecta hacia el objetivo, no hacia la pelota. Te daré un ejemplo perfecto de esto. Como mencioné, he enseñado a numerosos golfistas que han perdido la visión. Desarrollé un programa que ha producido resultados interesantes. Creo que esto demuestra sin lugar a dudas que una vez que te has posicionado sobre la pelota con la postura adecuada, de hecho te has medido con respecto a la pelota. Tu cabeza/ojos permanecen centrados sólo para mantener el equilibrio. Cuando su mente se concentra en dónde se asienta la pelota, puede limitar su capacidad para realizar el swing adecuado. Cuando su proyección es positiva, como lo es cuando su «ojo mental» está en el objetivo, lo alentará a realizar los movimientos corporales necesarios y adecuados. Recuerde, el objetivo no es donde se asienta la pelota; es donde quieres que vaya. Existe un vínculo directo entre la fuerza de su proyección y la fuerza de su swing físico. Creo que «objetivo» es una palabra importante en el juego de golf, y quizás la más olvidada. Los dejo con este pensamiento: Recuerden: «Lo que la mente concibe, el cuerpo lo puede lograr». Aprender esto será una experiencia reveladora para usted.
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