Edición 151 del Open Championship

Nadie lo pudo haber advertido, en definitiva, Brian Harman no estaba en el radar. Su contundente y convincente victoria en la edición 151 del Open Championship fue como una erupción volcánica, impredecible y explosiva.

Cerró la puerta a cualquier intento de resurgimiento por sus perseguidores, quienes en esta ocasión quedaron como cimples espectadores, en una impresionante demostración de poderío y dominio sobre la complicada cancha de Royal Liverpool, en Hoylake.

El pequeño zurdo, quien fue parte de los Bulldogs de la Universidad de Georgia, anotó parciales de 67-65-69-70 para score total de 271 golpes, 13-bajo par. Ganó por un respetable margen de seis golpes, sobre un grupo de cuatro jugadores, Jon Rahm (70), Sepp Straka (69), Jason Day (69) y Tom Kim (67), quien logró el mejor registro de la vuelta final. Para agregar más valor a su inobjetable triunfo, la ronda final se jugó bajo un clima auténticamente de British Open, con mucha lluvia y vientos, que hicieron a esta vuelta más genuina.

Cada uno de los cuatro jugadores ya mencionados, sumó 277 golpes, siete-bajo par, a seis de distancia de Brian Harman. Como dato increíble, cabe decir que la última victoria de Harman en el PGA Tour había llegado seis años antes, así que esta irrupción hacia la gloria de un campeonato mayor, sorprendió a los más avezados conocedores. 

Una copia al carbón de lo que sucedió el sábado, cuando Harman tropezó al comienzo, con dos bogeys, que lo hicieron caer a ocho-bajo par. En esos momentos, la distancia se achicó a solo dos golpes, ya que Jon Rahm, en la ronda de la semana, había llegado a seis-bajo par, con su estruendoso 63, ocho-bajo par, una nueva marca para Hoylake.

Pero Harman tomó el control y continuó ascendiendo y con cuatro birdies, anotó un valioso 69, que lo elevó hasta 12-bajo par. El domingo, misma situación, con dos bogeys tempraneros del zurdo, pero una gran recuperación para anotar 70, uno-bajo par y alcanzar el trofeo con un total de 13-bajo par. Solo permitió Harman que se le acercaran a tres golpes, cuando bajó a 10-bajo par.

Como sucede cuando analizamos las cifras, solamente un jugador registró cuatro recorridos bajo-par en el torneo. Una feroz demostración de poderío y de un fantástico dominio sobre la cancha de Hoylake. 

En sexto lugar, empataron Emiliano Grillo (68) y Rory McIlroy (68), quienes compartieron la posición con 278, seis-bajo par. El argentino respondió a la situación de la memoria de Roberto de Vicenzo, quien en 1967 había conquistado el Open Championship en esta cancha. Abraham Ancer, por su parte, muy atrás, con score de 287 golpes, tres-sobre par, tras una vuelta final de 73 golpes. Scottie Scheffler cerró con 67, cuatro-bajo par, empatado en el lugar 23, con score de 284 golpes, par de campo.

Mauricio Durazo V.