En el PGA Tour, a pesar de una semana aquejada por un clima muy extremo, muy inusual en esta área de Scottsdale, Arizona, el Waste Management Phoenix Open finalizó en un ambiente extraordinario, con una verdadera exhibición de Charley Hoffman -de 47 años de edad- y el canadiense Nick Taylor, quien fue el eventual triunfador, un hombre que demuestra estar destinado para lo increíble y lo fantástico.
Como es costumbre la semana del Super Bowl engalana el ambiente del torneo, en el que asisten varias centenas de miles de frenéticos aficionados, que en ocasiones provocan escenas de bajo nivel, muy probablemente producidas por el exceso en el consumo de alcohol. Pero ello en definitiva no restó mérito alguno a la victoria de Taylor, sin duda.
Hoffman, jugando muy por delante de Taylor, cerró con 64 golpes, siete-bajo par, que lo elevó hasta 21-bajo par. El canadiense, bajo presión, cerró en grande, con birdies en tres de sus últimos cuatro hoyos, en el 15, 16 y 18, para tarjeta de 65 golpes, seis-bajo par. Regresan al hoyo 18, para el desempate y ambos logran el birdie para proseguir con el desenlace del campeonato.
Hoffman falla su drive y queda con un tiro muy comprometido, desde el bunker, pero con gran habilidad saca un golpe milagroso, dejando su pelota en green, con un razonable chance de birdie, el que falla por milímetros. Esto deja la escena para otro final de antología, con Taylor aprovechando un muy buen segundo golpe y con un putt desde cuatro metros acertó el birdie del gane. Otra victoria espectacular del de Canadá, quien el año pasado había logrado superar en emotivo desempate a Tommy Fleetwood en el Abierto de su país, con un monstruoso putt de más de 20 metros. A su favor, también está el hecho de que Taylor disparó un impresionante 60 en su primera vuelta en el TPC Scottsdale.
En el tercer puesto empataron Scottie Scheffler y Sam Burns, con 18-bajo par. Burns anotó 64 golpes por 66 de Scheffler, quien iba tras la hazaña de lograr su tercer título consecutivo en Phoenix.
Mauricio Durazo Villanueva