El veterano estadunidense Keegan Bradley alcanzó un sueño de toda la vida, ganar en el área de Nueva Inglaterra, de donde es originario, con una gran demostración de poderío y temple, bajo presión, con una tarjeta final de 68 golpes, dos-bajo par, que fue suficiente para conquistar su primer Travelers Championship con score de 23-bajo par, en la cancha de TPC River Highlands, que en esta edición fue un campo fructífero para la cosecha de birdies, que fue muy abundante. Bradley, el lógico favorito local, alcanzó los 26-bajo par con un arranque fantástico, que en mucho le restó interés al desenlace del torneo.
Sin embargo, un tardío embate de Patrick Cantlay y los tres bogeys que sufrió el campeón en la recta final, agregaron mucho de pimienta para los hoyos finales, en que Cantlay pudo hacer más para presionar a Bradley, sin lograrlo. Ya sin una real amenaza, Keegan Bradley pudo disfrutar la caminata del hoyo 18 y capturar su segundo triunfo de la temporada y, de paso, meterse a la conversación para la próxima Ryder Cup.
Con tarjetas de 62-63-64-68, Bradley ganó con 257 golpes, 23-bajo par. Zac Blair, quien disparó un gran 62, ocho-bajo par, ocupó el segundo puesto, con 60, 20-bajo par, al igual que el zurdo Brian Harman, quien anotó 64 golpes, seis-bajo par. Los errores de Patrick Cantlay (67) en los hoyos finales lo bajaron al cuarto sitio, con 19-bajo par, con 261 golpes, empatado con Scottie Scheffler (65) y Chez Reavie, que se desplomó con 71 golpes. Rory McIlroy (64) hiló su cuarto torneo dentro de los diez primeros, pero sin ganar. Compartió el séptimo sitio con Denny McCarthy (67); cada uno con 262 golpes, 18-bajo par.
Este fue el quinto título de Keegan Bradley en su carrera y primero desde que ganó en Japón el pasado otoño de 2022. Sus primeros éxiros llegaron en 2011, cuando logró el Byron Nelson Classic y el PGA Championship, único torneo mayor que ha ganado.
Mauricio Durazo Villanueva