En Pebble Beach, un platillo extraordinario, con la presentación en esta temporada, de Rory McIlroy y Scottie Scheffler, el número uno del mundo. No decepcionó, ya que Rory dio una gran exhibición en los nueve de regreso de su vuelta dominguera, con tres birdies y un águila, para un tremendo 66, seis-bajo par, que le dio el título tras un duelo fraterno, con su amigo y paisano, Shane Lowry. Obviamente hubo otros protagonistas, que también aspiraron al título y por momentos, estuvieron muy cerca del liderato, pero quien finalizó solitario en segundo lugar fue Lowry, jugando con Rory en el grupo final. Fue un McIlroy que avasalló la cancha de Pebble Beach, con golpes de fantasía, que solamente él puede ejecutar. Para su fortuna, el putter le funcionó muy bien y lució como el gran conquistador de cuatro títulos mayores.
Esta vez, el torneo se disputó en solo dos canchas, Pebble Beach y Spyglass Hill. El año pasado, cabe recordar, solamente se pudieron jugar 54 hoyos, debido a las inclemencias del tiempo y el 60 de Wyndham Clark le dio la victoria, en su tercera vuelta.
Esta vez, empero, el clima fue muy benigno y los jugadores lucieron en toda la extensión. Rory anotó parciales de 66-70-65-66 para score de 267 golpes, 21-bajo par. Shane Lowry, por su parte, anotó parciales de 66-70-65-68 para 269, 19-bajo par. McIlroy y Lowry ganaron el Zurich Classic en 2024 por parejas, en su debut en el torneo. Llama la atención la similitud de sus tarjetas y el insólito hecho de que ambos anotaron un hole-in-one en el mismo día. Datos curiosos, sin duda.
Para el de Irlanda del Norte, fue su victoria 27 en el circuito, impresionante. Es un arranque de año muy promisorio, en donde intentará recuperar el número uno del mundo.
Scorttie Scheffler, quien lució en su debut, luego de una micro-cirugía que sufrió a fines de 2014, por cortada en la mano, terminó en el noveno lugar, con 273 golpes, 15-bajo par. En tercer lugar empataron Lucas Glover y Justin Rose, cada uno con 270 golpes, 18-bajo par.
Mauricio Durazo V.