Rory McIlroy completa su grand slam

14 de abril de 2025

En una de las ediciones del Masters más electrizantes, la número 89, el nor-irlandés Rory McIlroy logró finalmente alcanzar un sueño, largamente anhelado, cuando este domingo en Augusta National venció en desempate a su compañero de Ryder Cup, el inglés Justin Rose y así se unió al selecto grupo de jugadores legendarios que han conquistado cada uno de los cuatro títulos del grand slam profesional. A Rory McIlroy solamente le faltaba ganar en Augusta National para unirse a Gene Sarazen, Ben Hogan, Gary PLayer, Jack Nicklaus y Tiger Woods, quienes alcanzaron la hazaña relativamente pronto en sus respectivas carreras profesionales.

Sarazen lo hizo en el Masters de 1935; Hogan lo imitó en el Open Championship de 1953; Gary Player se unió a ambos tras su victoria en el U.S. Open en 1965; Jack Nicklaus los alcanzó al año siguiente, con su triunfo en el Open Championship; finalmente, Tiger Woods cerró su ciclo ganador con su increíble victoria en el Open Championship del 2000, en la inigualable sede de St. Andrews. Rory lo logra en este 2025, luego de una afanosa, cuanto fallida, persecución desde 2014, año en el que había ganado dos títulos grandes, el Open Championship y su segundo PGA Championship.

Le llevó once años alcanzarlo, pero finalmente el de Irlanda del Norte ya está en este selecto club de legendarios. Pero indudablemente la faena no fue fácil, en gran parte porque Rory McIlroy ejecutó, alternadamente, unos golpes de fantasía, casi imposibles, pero combinados con los golpes más brutalmente inocentes, que le costaron mucho sufrimiento. Con dos golpes de ventaja sobre Bryson DeChambeau, Rory rápidamente desmanteló su posición con un tremendo doble-bogey en el hoyo 1.

A partir de ahí, muchos anticipaban que este día sería de altísimo dramatismo; sin embargo, nadie pudo haber anticipado lo que se derramaría en los 18 hoyos que siguieron. Desde lo alto del Olimpo, Rory decidió que, para ponerle interés al torneo, era necesario descender al averno, así que Rory nos deleitó con una extraña combinación de golpes de genio y tonterías de principiantes. Pero la genialidad del nuevo campeón fue que tras el error, inmediatamente reaccionaba con el golpe de fantasía. Así, fue labrando una ronda del mayor número de altibajos de que se tenga memoria, al menos para un ganador. Con scores de 72-66-66-73, McIlroy se coronó en muerte súbita, luego de haber derrotado a Justin Rose en el primer hoyo extra.

Del doble-bogey, Rory se recuperó y aprovechó perfectamente que DeChambeau no llegó en su día, ya que estuvo muy errático y cuando cayó al agua en el hoyo 11, sus esperanzas ya se había ahogado en ese estanque que protege el green del hoyo. Pero llegado el hoyo 13, Rory ejecutó un terrible tercer tiro, que lo costó otro doble-bogey. Y tal y como lo narramos, inmediatamente se recuperó con birdies en el 15 y el 17, para tomar nuevamente la delantera por uno. Justin Rose, que no fue el único que surgió desde atrás por el colapso parcial de McIlroy, tuvo el liderato en solitario, pero cometió un lamentable bogey en el 17. No obstante, reaccionó y con birdie en el 18, se sentó a esperar el final. Puso en la pizarra el score de 277 golpes, once-bajo par. El birdie de Rory en el 17 lo colocaba en 12-bajo par, pero un nuevo error en su segundo tiro del 18, le impidió cerrar el torneo en regulación. Este último bogey lo igualó con Rose y así se fueron a la muerte súbita.

Para la fortuna de Rory, ejecutó magistralmente dos tiros, que le garantizaron el birdie ganador, poco después de que el intento de Justin Rose pasó muy cerca del agujero. Luego de una jornada trepidante, finalmente Rory McIlroy pudo realizar el festejo anhelado y disfrutar en grande, ante una delirante multitud que lo aclamó como uno de los suyos. Con este, McIlroy conquista su quinto torneo mayor y, como ya dijimos, finalmente cierra el grand slam en su carrera. Es el primer jugador que gana el Masters con cuatro doble-bogeys o más, nunca había sucedido. También, su 73 es uno de los scores más altos para un ganador. Muy parecido a lo que hizo Craig Stadler en 1982, ya que arrancó con 75 y cerró también con 73. Rory arrancó con 72 y cerró con 73.

Justin Rose anotó parciales de 65-71-75-66 para 277 golpes. Patrick Reed, quien entró en escena con los errores de Rory, terminó solitario en tercer lugar, con 279 golpes, nueve-bajo par. Scottie Scheffler hizo una gallarda defensa y con scores de 68-71-72-69, ocupó el cuarto sitio, con 280 golpes, ocho-bajo par. Además de Reed, Sungjae Im fue el otro jugador que anotó cuatro vueltas por debajo del par de la cancha. Con 281, el de Corea compartió el quinto lugar con un errático Bryson DeChambeau, que cerró con un abultado 75, tres-sobre par. Ludvig Aberg, quien en su segunda presentación lució extraordinario, lamentablemente colapsó al final y cayó al séptimo puesto, con 282 golpes, seis-bajo par. Por momentos y después de las fallas de Rory en el 13 y 14, Aberg se metió en serio a la pelea por el campeonato, como también lo hizo Patrick Reed, quien embocó espectacular águila en el par-4 del 14.

Como dato curioso, Justin Rose entra al libro de récords como el único jugador que ha perdido en desempate en dos ocasiones; primero, ante Sergio García en 2017 y ahora, ante Rory McIlroy. Irónico que ambos jugadores, García y McIlroy, ganaron el Masters en su intento número 17.
Justin Hastings, de Islas Caymás, representó al golf amateur latinoamericano y con scores de 76-72, se quedó a dos golpes de haber hecho el corte. Ningún amateur logró librarlo, por lo que en esta edición no se premió al mejor aficionado. Finalmente, el colombiano Nicolás Echavarría, que traía un gran paso luego de tres recorridos, colapsó con 84 golpes en su ronda final, habiendo caído hasta el lugar 51, con acumulado de 296 golpes, ocho-sobre par.

Mauricio Durazo Villanueva