En la LPGA, la neozelandesa Lydia Ko logró otra brillante conquista en este cierre de temporada, esta vez en el Kroger Queen City Championship, que finalizó este domingo en Maineville, Ohio. Ko no dejó duda alguna del momento tan formidable por el que atraviesa, ya que con registro de 63 golpes y total de 265, 23-bajo par, arrolló en la recta final para una victoria por margen de cinco golpes, sobre la tailandesa Atthaya Thitikul, apodada «Jeeno», como se le conoce recientemente. Fue un cierre ciclónico de Lydia Ko, quien nuevamente impuso su incuestionable calidad y escapó con su tercer título en el año.

Sin duda, Nelly Korda todavía es la candidata para ser Jugadora del Año, pero es innegable que el cierre de temporada de Ko está llamando poderosamente la atención; capturó la medalla de oro en los Olímpicos de París y enseguida se coronó en el AIG Women’s Open, el cuarto torneo mayor del circuito. Con este nuevo título, en Ohio, se acerca a Korda en las clasificaciones. Todavía hay torneos en disputa, así que la historia aun no termina de escribirse.

Jeeno Thitikul, que se quedó a cinco de distancia de la campeona, poco pudo hacer ante la fuerte arremetida de la multicampeona de Nueva Zelandia, que anotó una de las mejores vueltas del año. Thitikul, con registro de 70, dos-bajo par. ocupó el subcampeonato, con 270 golpes, 18-bajo par. Luego, la china Haeran Ryu, con 67 golpes y score de 271, 17-bajo par. Fue otra actuación muy consistente de la jugadora de China. Yuka Saso, ganadora del U.S. Women’s Open, terminó en el cuarto sitio, con 272 golpes, 16-bajo par, luego de anotar un espectacular 65, siete-bajo par.

Albane Valenzuela y Gaby López brillaron esta semana, habiendo empatado en el séptimo lugar, con 275 golpes, 13-bajo par. Albane cerró con 71, por 69 de Gaby. Valenzuela, al término de los primeros nueve hoyos, figuraba en el cuarto lugar, en 14-bajo par, a solo cuatro golpes de Lydia Ko. Lamentablemente para Albane, no pudo cerrar el campeonato son solidez, pero este séptimo lugar la elevó al puesto 31 en el Race to the CME.

Mauricio Durazo Villanueva

En el Champions Tour, el inglés Paul Broadhurst logró sobreponerse a algunos errores en la recta final del Pure Insurance Championship y con un birdie final en el par-5 del hoyo 18, pudo coronar una gran semana con su segunda victoria de la temporada y también, su segundo título en este clásico de Pebble Beach, una de las canchas más emblemáticas del orbe. Broadhurst había anotado 66-64 en los dos primeros días, que le dieron una buena ventaja.

Sin embargo, los birdies escasearon este domingo y con el surgimiento de Alex Cejka con vuelta de 64 golpes, ocho-bajo par, la presión comenzó a causar mella en el inglés, quien sufrió dos bogeys, en el 13 y el 15, que estuvieron a punto de poner en peligro su título. Con estos errores, Broadhurst bajó a 13-bajo par, de manera que su ventaja fue disminuída a solo dos golpes, con tres hoyos por jugar. Pero el veterano ajustó las piezas y jugó en par-par-birdie los tres hoyos finales, para poner en el tablero el 14-bajo par, el score ganador de 202 golpes.

El alemán Cejka, que había finalizado mucho antes de que el inglés jugara los tres hoyos finales, registró un total de 205 golpes, once-bajo par. Otros que aplicaron la presión en la jornada final fueron Doug Barron (70); Rocco Mediate (69) y Vijay Singh (71), quienes compartieron el tercer sitio con 206 golpes, diez-bajo par.
Una de las historias significativas de este clásico fue la despedida oficial de Mark O’Meara en el golf de competencia, quien jugó sus dos últimas rondas en esta cancha, en donde capturó hasta en cinco ocasiones el torneo de Pebble Beach en su carrera en el PGA Tour.

O’Meara disparó parciales de 80-73 y ya no libró el corte para la vuelta final. Fue, sin duda, una despedida muy emotiva, especialmente porque el estadunidense logró embocar un largo putt para birdie en el hoyo 17. El mexicano Esteban Toledo finalizó en el puesto 44 con 217 golpes, uno-sobre par.

Mauricio Durazo Villanueva

Hubo un receso en el PGA Tour, pero el cierre del BMW PGA Championship, en la fantástica Wentworth, Inglaterra, fue un espectáculo digno del mejor golf del orbe. Efectivamente, este clásico ya se ha convertido en uno de los mejores torneos del año, en virtud de ser el torneo insignia del DP World Tour y de captar a jugadores muy versátiles y carismáticos, como es el caso del campeón en esta edición: Billy Horschel. Ciertamente, el Open Championship es el torneo más relevante en Europa en el calendario golfístico, pero este torneo depende del Royal & Ancient Golf Course of St. Andrews. Así, el BMW PGA Championship es el torneo más relevante del DP World Tour, otrora la Gira Europea y con los años, cada vez atrae a un número importante de jugadores que compiten en el PGA Tour y en otros circuitos del mundo.
En esta edición, fuegos artificiales circundaron los aires de Virginia Water, la localidad que alberga la afamada cancha de Wentworth, la sede de esta Gira de golf.

No se podría haber pedido un final más electrizante, con dos jugadores de gran rivalidad de muchos años y en un desempate verdaderamente único, en donde se desplegó un nivel de golf muy superior. Rory McIlroy y Billy Horschel se trenzaron en un duelo formidable en la vuelta final del campeonato, cada uno con 67 golpes, cinco-bajo par, que los hizo finalizar al tope del tablero, con score de 268 golpes, 20-bajo par. Un tercero, el sorpresivo Thriston Lawrence, quien disparó un fabuloso 65, siete-bajo par, se unió a la fiesta para el playoff. Sin embargo, Lawrence fue presa de la presión en el primer hoyo extra, cuando erró con su segundo golpe y rápidamente fue eliminado, incapaz de igualar los birdies que anotaron tanto McIlroy como Horschel. Tras los dos birdies, regresaron al tee del hoyo 18, un extraordinario par-5 que siempre depara las emociones más inesperadas.

Nuevamente, ambos jugadores alcanzaron el green de dos golpes, con oportunidades para birdie. Primero, fue McIlroy, quien con un gran putt rasuró el borde del hoyo, pero sin acertar su intento de águila. Enseguida, Horschel, como lo había estado haciendo en una gran parte de su ronda final, ejecutó con gran maestría, un delicado putt en bajada que lentamente se aproximó al hoyo, hasta caer al fondo de la copa y marcar el destino del torneo en favor del estadunidense, por segunda ocasión. Para el de Irlanda del Norte, esta fue una decepción más en el nutrido repertorio de este año, que incluye la descorazonadora derrota en el U.S. Open, a manos de Bryson DeChambeau y la más reciente en el Abierto de Irlanda, la semana previa ante el danés Rasmus Hojgaard.

No obstante, esta vez fue más dura, ya que esta era una gran oportunidad para finalizar el año con otra campanada y ante uno de los rivales que han sido más frecuentes de Rory: Billy Horschel, con quien comenzó a tener esta rivalidad desde que ambos competían en la Copa Walker, representando a sus respectivos países, antes de 2010.
Ahora, Billy Horschel ya es un doble ganador del BMW PGA Championship, algo que pocos pueden presumir, ciertamente. En su favor, cabría agregar que las tres veces que jugó el hoyo 18 este domingo, resultó en birdie, en regulación y birdie-águila en los dos hoyos de muerte súbita; sin duda, impresionante.
Thriston Lawrence, por su parte, demostró que su actuación en el Open Championship no fue obra de la casualidad, sin duda. Más abajo de los tres finalistas, Matteo Manassero (73), Matthew Baldwin (69) y Aaron Rai (67) compartieron el cuarto sitio, cada uno con score de 271 golpes, 17-bajo par. Aaron Rai, un inglés que compite en el PGA Tour, ya conquistó recientemente su primer título en el circuito estadunidense.

Además, cabe destacar la presencia de dos de los jugadores del equipo Internacional que jugarán esta semana en el Presidents Cup, Byeong Hun An y Adam Scott; ambos aprovecharon esta gran plataforma como una manera de llegar con gran inercia al Royal Montreal esta semana. Ya veremos cuál es el nivel de su actuación y si son capaces de vencer a los favoritos de Estados Unidos.

Mauricio Durazo Villanueva