En la LPGA, la coreana A Lim Kim registró una de las mejores actuaciones de su brillante carrera, cuando este domingo anotó una ronda final de 67 golpes, que le dio una emotiva victoria en el Hilton Tournament of Champions, que llegó a su conclusión en Orlando, Florida. Quizá para muchos este parcial, de 67 golpes, no signifique mucho, pero la coreana tuvo a varias estrellas del juego que venían pisándole los talones, como Nelly Korda, Jin Young Ko, Minjee Lee y hasta Lydia Ko. Así, la nueva ganadora debió apretar el acelerador en la recta final, embocando tres birdies en sus cuatro últimos hoyos.

Con esta racha de birdies, en los hoyos 15, 16 y 18, logró superar por dos golpes a la indiscutible número uno, la estadunidense Nelly Korda, quien metió fuertemente la presión con una espectacular vuelta final de 65 golpes, siete-bajo par. Korda llegó a acercarse a solo un golpe, cuando faltaban tres hoyos por jugar.

Además, embocó un dramático birdie en el 18, que obligaba a Kim a hacer par y lograr la victoria. Con un tremendo segundo tiro, Kim se dejó la oportunidad y procedió con toda calma y precisión a acertar el birdie final, que le dio una tarjeta de 67, cinco-bajo par. Fue una ronda final muy trabajada, no solamente por el fuerte embate de Nelly, sino también por las actuaciones de Jin Young Ko, Minjee Lee y Lydia Ko.

Lee fue quien más brilló en la ronda final, con parcial de 62 golpes, diez-bajo par. Sin embargo, se encontraba muy rezagada al inicio de la vuelta final, así que terminó en el cuarto sitio, empatada con Jin Young Ko, ambas con acumulado de 14-bajo par, con 274 golpes. Ko disparó una ronda final de 65 golpes, siete-bajo par, con una gran actuación también.

Así, en realidad fue una batalla entre dos hacia la recta final. Nelly Korda, que anotó 65, apretó con tres birdies al final, que la ascendieron de 15 a 18-bajo par. Fue un esfuerzo encomiable, pero se quedó corto. Terminó solitaria en segundo lugar con total de 270 golpes, a dos de la ganadora, que sumó 268, 20-bajo par. La sueca Linn Grant se metió al tercer puesto, con tarjeta final de 69, tres-bajo par, que le dio un score de 273, 15-bajo par. Lydia Ko, por su parte, finalizó en el sexto lugar, con score final de 70 golpes y total de 275, 13-bajo par.

Este fue el primer torneo de la actual temporada y fue un triunfo contundente, logrado de punta a punta por parte de A Lim Kim. El field fue de solo 30 jugadoras, solo las que clasificaron como campeonas en las dos temporadas previas. Los parciales fueron de 65-69-67-67.

Mauricio Durazo

Un grupo diverso de profesionales relacionados con la industria del golf se reunieron en el PGA Show en Orlando para compartir sus experiencias personales y conversar sobre las oportunidades, los desafíos y los éxitos de los inmigrantes en el golf.

«Aprendí lo grande que es este país, trabajando en los esfuerzos de recuperación después del huracán Katrina y viendo cómo la gente se une en tiempos de dolor», dijo Silvia Serrano, originaria de España y ahora directora de Aprendizaje y Desarrollo en el Country Club de Virginia.

«El proceso de inmigración es realmente agotador, pero vale la pena para la persona que se sumerge en la cultura y la gente de su equipo aprende que hay muchas otras formas de hacer las cosas», agregó Serrano, miembro de la Club Management Association of America, sobre su experiencia con las 850 personas que forman el personal de CC de Virginia, muchas de ellas inmigrantes.

Luis Guerra y su familia fueron parte de esa experiencia de los inmigrantes entre el personal de campo y los empleados del clubhouse. «Mi madre trabajó en un club de golf durante 20 años como trabajadora de mantenimiento. Y mi primer trabajo real fue con carritos de golf ahorrando dinero para la universidad», dijo Guerra, ahora Director de Participación sobre el Terreno de la Red Católica de Inmigración Legal (CLINIC).

Guerra citó los pocos datos disponibles sobre los latinos y los inmigrantes en la industria del golf, que muestran que más de la mitad de la fuerza laboral de jardinería, mantenimiento y alimentos y bebidas está compuesta por inmigrantes latinos. «Tomó mucho tiempo para que mi familia y yo viéramos el campo de golf como un lugar para disfrutar, no solo como un lugar para trabajar», agregó Guerra.

Shayain Gustavsp, una profesional canadiense de la LPGA nacida en Pakistán, agregó su propia perspectiva. «No pensé que se podía trabajar en el golf, pensé que solo se podía jugar al golf, porque no veía a nadie como nosotros enseñando o en la parte visible de un campo de golf», dijo Gustavsp.

«Hay una correlación entre llegar a un nuevo país y la inmersión en el golf. Hay un paralelismo», agregó la Coach Shayain, quien, entre muchos otros proyectos, ha creado una  serie de YouTube sobre golf asequible y cómo jugar al golf por 50 dólares o menos.

Estela Morales Segarra, cofundadora del Equipo de Golf Latinas de Connecticut y fundadora de AmiGolf Academy, puede identificarse con la experiencia de llegar a un nuevo país y hacerse paso en el golf. «Mi primer reto fue aprender inglés, y luego vi la oportunidad de convertirme en entrenadora de golf», dijo Morales Segarra, quien aprendió a jugar al golf con su padre en México.

Ahora, como Miembro Clase A de la LPGA y Coordinadora y Facilitadora de Educación Financiera, Morales Segarra está tratando de conectar su formación como contadora y entrenadora para introducir a los jóvenes inmigrantes al golf.

Morales Segarra, Gustavsp, Guerra, Serrano y muchos del alrededor de dos millones de trabajadores constituyen un elemento esencial de la industria del golf. Un sector en auge en Estados Unidos donde, en 2024, se jugaron 545 millones de rondas, hubo 28 millones de participantes (incluidos más de 3 millones de hispanos) y el mayor desarrollo de campos de golf desde 2011.

Para ver la presentación en inglés:

Final de película en el Bahrain Championship, correspondiente al DP World Tour, en donde el hispano Pablo Larrazábal echó por la borda una magnífica oportunidad de capturar su décima victoria en este circuito, cuando cometió un three-putt en el hoyo final del campeonato, luego de que había colocado su pelota de dos golpes en green, en el par-4 del hoyo 18 en el Royal Golf Club del Reino de Bahrain.

Era claro que era un putt de larga distancia, pero el error de Larrazábal fue quedarse muy corto en el primer golpe, que le dejó un segundo putt de más de dos metros y medio, el cual falló lamentablemente. Al firmar tarjeta de 70, en lugar de 69, significaba que el español igualaba en la pizarra con dos jugadores que ya estaban en la cancha de práctica desde hace más de media hora, en espera de una sorpresa: Daniel Brown y Laurie Canter, ambos ingleses. Brown había anotado 70 golpes, por 69 de Canter y ambos estaban empatados en el liderato en 14-bajo par. Larrazábal había llegado en 15-bajo par al hoyo final y parecía que lograría su décimo triunfo. Pero los fantasmas aparecieron y el español salió echando humo tras su terrible falla.

Para su fortuna, el desenlace en la muerte súbita llegó rápido, con Larrazábal fallando su golpe de salida, que encontró el agua. Brown, por su parte, encontró un bunker, que dificultó su segundo tiro, el cual nuevamente cayó a otro bunker; Canter, finalmente, fue el vencedor, de una manera tremenda, ya que encontró el fairway en su salida, desde donde ejecutó un magistral hierro-9 que dejó su pelota a escasos dos metros para birdie. Luego de que ni Larrazábal, ni Brown pudieron salvar sus respectivos pares, Canter embocó con toda calma, sabiendo que con solo dos putts se llevaría la victoria, la segunda en el DP World Tour en menos de un año.

El score con que empataron los tres finalistas fue de 274 golpes, 14-bajo par. Otro grupo de cuatro, entre ellos dos españoles (Iván Cantero y David Puig) se quedaron a solo uno, con 275, 13-bajo par.

Mauricio Durazo V.